Se nos ha ido para siempre Juan Antonio Samaranch (Barcelona, 17 de julio de 1920). El legado que nos deja el que fuera presidente de honor del Comité Olímpico Internacional es imborrable. Hablar de Samaranch es hablar del Olimpismo.
Reescribiendo la historia, con perdón, el hombre que se ha marchado es el padre de los Juegos Olímpicos. Aquello que inventó el Barón Pierre de Coubertin, en nada se parece al movimiento deportivo más importante de la modernidad que Juan Antonio Samaranch rescató de la bancarrota para adaptarlo a los tiempos actuales. A él hay que adjudicárselo
Durante las más de dos décadas que ejerció como máximo mandatario del COI (1980-2001), Samaranch llevo a cabo una importante reestructuración del olimpismo, destacando su gestión económica, su labor política (integró a los antiguos países comunistas en el movimiento olímpico) y su lucha contra el dopaje.
Los Juegos de Barcelona'92 supusieron un punto de inflexión en el movimiento olímpico. Buena parte del éxito de la cita olímpica en la ciudad condal se debió precisamente a él, que no cesó en su empeño de demostrar al mundo que España podía albergar unos Juegos inolvidables.
Samaranch demostró su compromiso con el movimiento olímpico a lo largo de toda su vida, también los hizo hasta el final con su país. Después del éxito de Barcelona no dudó en mostrar su apoyo a la candidatura de Madrid a albergar los Juegos de 2012 y, más recientemente, los de Madrid 2016.
A lo largo de su vida, Samaranch se convirtió en uno de los mejores embajadores posibles que podía tener el mundo del deporte español en el mundo y aumentó el prestigio de nuestro país en la esfera internacional en unas décadas en las que el deporte español no brillaba como ahora.
En reconocimiento a su excepcional trayectoria y a su impulso del movimiento olímpico recibió muchos y merecidos premios. Una leyenda que nos ha dejado pero cuyo legado nunca podrá borrarse.
Hoy todo el deporte mundial esta de luto. Se nos has ido el padre del movimiento olímpico. Hasta siempre Sr Samaranch.
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