Muchas personas creen
que sudar al entrenar se traduce en mejores resultados. Por esto, no faltan
quienes salen a correr con ropa abrigada o envueltos en plásticos creyendo que
así eliminarán calorías de manera más rápida y efectiva. Pero, ¿cuánto hay de cierto
en todo esto? ¿Es bueno sudar demasiado al hacer ejercicio? ¿Existen personas
más propensas que otras a lograrlo? Aquí revelamos algunos mitos y
realidades sobre un tema crucial para comprender mejor cómo funciona nuestro
cuerpo.
Mito: Sudar ayuda a quemar
grasas
Sudar y adelgazar no son
dos factores que vayan de la mano. Al transpirar se pierden agua y sales
minerales que se recuperan inmediatamente con la hidratación. En realidad, es
el ejercicio físico el responsable de eliminar calorías del cuerpo, por lo que
estimular la sudoración con fibras sintéticas, fajas en el abdomen o plástico
pegado a la piel, no sólo no ayuda a perder peso sino que puede resultar
perjudicial para salud, provocando deshidratación y golpes
de calor.
Realidad: Las personas entrenadas
sudan más
Numerosos estudios
comprobaron que, ante una misma actividad, quienes realizan ejercicio
cotidianamente suelen sudar más que el resto debido a que su capacidad de
enfriamiento está más desarrollada. El sudor se produce través de unas tres
millones de glándulas sudoríparas presentes en el cuerpo y una persona en
movimiento puedo eliminar por este medio alrededor de 1,5
litros de
líquidos por hora. De acuerdo al especialista Beth Stover Mooradian, a
medida que el deportista está más entrenado comienza a sudar en sus
extremidades, esto es los brazos y las piernas. Un triatleta, incluso, puede
producir casi cuatro litros de sudor en 60 minutos.
Mito: Las bebidas
hidratantes son siempre más eficientes que el agua
Las bebidas deportivas
prometen estar un paso más adelante que el agua para mantener la hidratación al
entrenar. Sin embargo, hace poco más de un año la publicación médica BMJ dio
a conocer los resultados de sus estudios sobre el tema: no existen
suficientes evidencias que respalden que estos líquidos comerciales sean
mejores que el agua para hidratar. Incluso, algunas de estas bebidas tienen
alto contenido de azúcar o llevan a incorporar demasiadas sales minerales, lo
que termina siendo contraproducente para la salud.
Asimismo, los especialistas
sugieren que para mantenerse correctamente hidratado es necesario tomar
líquidos cuando se comienza a sentir sed y no antes. “Un aumento de tan
sólo el dos por ciento de la cantidad de líquido corporal puede alterar el
rendimiento físico y mental”, asegura Tim Noakes de la Universidad de
Cape Town.
Realidad: Los hombres
sudan más que las mujeres
De acuerdo a científicos
de la Universidad Internacional de Osaka y de la Universidad Kobe en Japón, los
hombres son más efectivos que las mujeres para sudar mientras hacen deporte. En
un estudio publicado en la revista Experimental Physiology, luego de
evaluar a voluntarios de ambos sexos, los científicos sugirieron que
la respuesta de las glándulas sudoríparas al ejercicio físico en personas
entrenadas fue menor en el género femenino que en el masculino. Esto
podría deberse, concluyeron aquéllos, a que la testosterona de los hombres
aumentaría los niveles de sudor.
Mito: Sudar ayuda a
eliminar toxinas
Esta creencia sumamente
extendida se acerca más a un mito que una realidad: cada vez que se suda se
eliminan tan sólo un uno por ciento de toxinas. El Dr. Charles
Smith explica que las sustancias como “el mercurio, el alcohol y la
mayoría de los fármacos son eliminados por el hígado, los intestinos o los riñones”
y no por la transpiración. Esto se debe a que el sudor se conforma en un
99 por ciento por agua y el resto esuna pequeña cantidad de sal, proteínas,
hidratos de carbono y urea.
Realidad: Las personas
sudan menos a medida que envejecen
Al pasar los años las
glándulas sudoríparas ecrinas comienzan a encogerse y a volverse
menos sensibles, por lo que necesitan cada vez más calor para cumplir su
función de enfriar al cuerpo. De acuerdo a un estudio publicado en la revista Journal
of Applied Physiology, el análisis de un grupo de voluntarias permitió
determinar que las mujeres de 52 a 62 años sudan menos que las de 20
a 30 como
respuesta a esta reducción en las células de la dermis.
¿Conocías estos mitos y
realidades sobre la sudoración?
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